En la cosmovisión de este pueblo originario, el Colibrí azul es el primer acompañante de Ñamandú, el Padre Primero, ya que surgió con él en la Oscuridad, por eso son de la misma Eternidad

A través de una experiencia realizada en trabajo de campo en el distrito de San Joaquín, departamento de Caaguazú (Paraguay) en la comunidad mbyá guaraní de Celano, he recogido expresiones espontáneas de la sabiduría originaria, contando para ello con la colaboración del cacique de la comunidad.

Hay que tener en cuenta que el saber indígena, no es una suerte de saber del porqué o de las causas -tal como lo plantea la ciencia occidental- ni un saber disponible que pueda ser almacenado y separado de la persona, sino que exige el compromiso de aquel que lo ejerce, de manera tal que en el pensamiento indígena existe una estrecha relación entre saber y rito. Lo que quiere decir que existe un saber tradicional, referido a los ancestros.

Y es en este contexto en que el colibrí ocupa un lugar predominante en la cultura guaraní, ya que es la representación misma del Creador, Ñamandú.

Maino’i, el pájaro primero en la cosmovisión mbyá guaraní

La extensa narración del cacique de la comunidad -transmitida a su vez desde sus ancestros- sobre la leyenda de Maino’i (Colibrí), describe la creación del mundo, "Ayvu Rapyta", como un proceso de toma de conciencia del primer ser divino que, paso a paso, se autodesarrolló desde la Oscuridad Originaria. Ya en la primera etapa de la creación hace referencia a la existencia originaria de Maino'i, un avecilla sagrada.

Según el etnólogo- antropólogo León Cadogan, este primer canto de la historia de la creación mbyá, recibe el nombre de Maino’i rekoy pykue // Las “primitivas” costumbres del Colibrí.

En esta cosmovisión , el Colibrí azul o Maino’i es el primer acompañante de Ñamandú, (Padre Primero), ya que surgió con él en la Oscuridad, por eso son de la misma eternidad. Se regalan y valoran una compañía sin tiempos.

El Colibrí nunca muere, es eterno, porque es acompañante del Primer Padre; Ñamandú (semejante a Dios) en el Paraíso, como lo fue cuando surgió con él en la Oscuridad, PytûYmâ (antes en la Oscuridad).

Para los mbyá, ya en el vientre de la madre el Colibrí los señala y bendice para ser futuros dirigentes de los hombres. (Maino ñande rovasa ava ruvicharã ñande chy ryépyvoi)

Además el Colibrí es el recolector de almas. Según la visión del mundo de los guaraní la aparición de un colibrí o más en un jardín, significa que vienen a contar que las almas de los seres que ya han partido están bien, concepto que atraviesa toda la cultura paraguaya.

Esta cosmovisión tan rica en mitología y concepciones sagradas, en la actualidad sigue padeciendo el avasallamiento territorial a causa de la imposición del monocultivo de la soja.

La reducción de los bosques y animales silvestres provocó un cambio radical, de vida nómada al actual modelo sedentario. Pese a esto, la comunidad muestra las formas que tienen de conservar sus tradiciones ancestrales, que incluyen una práctica ecológica y un sentido humano de la vida.

Por Lilian Morinigo
Fecha: 27/06/2022