Consideraciones para que el turismo como actividad social traiga beneficios al buen vivir de las personas y en especial a los pueblos indígenas, los principales involucrados

La importancia de la planificación del turismo cultural que involucre a los pueblos originarios debe partir del reconocimiento de sus derechos a la información y ponerlos en conocimiento a la evaluación de las implicancias de los cambios socioambientales, que significa el acceso de los turistas a los bienes culturales comunitarios de los pueblos.

Las cooperativas jujeñas Espejo de Sal y Valle Escondido y la Comunidad Aborígen de Hornaditas hacen hoy del culto a la Pachamama (Madre Tierra) una actividad turística cultural que toma como principio rector su existencia misma. Esta enunciación implica dimensiones de la vida comunitaria que no es sencillo comunicar en contextos de diversidad cultural que promueve el turismo.

En este tipo de propuestas que se venden como experiencias, los guían deben ser reconocidos como promotores culturales indígenas que trabajan para un turismo que no sea masivo ni depredador.

Es conveniente hacer pública normativas de convivencia, respeto y normas que indique como cuidar y preservar el socioambiente para aminorar el daño.

Estos proyectos de turismo comunitario se enuncian desde un colectivo que no identifica la identidad indígena en contextos sociales; para mejorar su visibilidad sería interesante destacar los procesos de sincretismo manifestado en costumbres y arte-artesanías de la región.

En el caso de los espacios de patrimonio arqueológico propuestos para visitar, los mismos demuestran en los sitios líneas de tiempo y procesos culturales, desde la cultura material y que hacen a las manifestaciones simbólicas y de conocimientos que tenía el ser humano en relación a su ambiente en el pasado; por esto es conveniente promover la educación patrimonial.

En el tema de las ofertas gastronómicas es conveniente distinguirlas de otras culturas para diferenciarlas, de las que se publicitan masificándolas como parte de procesos de globalización; esto es fundamental para destacar la importancia local de identidades regionales especificas.

La educación para la diversidad social que en el turismo cultural se establece desde los pueblos originarios, la misma parte de una gran complejidad basada en valores socio-culturales; todo lleva adonde la comunicación intercultural implica un compromiso de diálogo, el cual no será sencillo de comprender para quienes sostienen creencias únicas.
Las tres cooperativas que promueven el turismo cultural en Jujuy poseen perfiles en la red social Facebook, desde donde los interesados en vivir la experiencia pueden tomar contacto directo con cada una de ellas para programar la visita.

Turismo Rural Comunitario de Sal, Ocumazo Turismo Comunitario y Hornaditas-estan dentro del programa Turismo Comunitario Jujuy, estas cooperativas tiene páginas de contacto; y sus etiquetas son : ETIQUETAS• JUJUY•TURISMO• PUEBLOS ORIGINARIOS.

Es visible las contradicciones de se muestran al ser promovidos como turismo comunitario, mientras que se enuncia en el diario Telam que dice “Ocho comunidades originarias organizan cooperativas para explotar el turismo cultural”, como también esta explicito que en el Facebook de la comunidad Ocumazo se declama no querer la actividad turística con personas no representativas de su comunidad (9 de enero 2017)
Esperamos que frente a las necesidades económicas de las comunidades, el turismo como actividad social traiga beneficios al buen vivir de las personas y las respeten como tales y no sea una nueva forma de esclavismo.

Por Claudia Cóceres

Fuente
http://www.telam.com.ar/notas/201704/184553-pueblos-originarios-jujuy-turismo-cultural.html
Fecha: 8/5/2017

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