Segunda parte de la entrevista a Hipólito Barreiro autor de “Juan Sosa, el indio que cambió la historia”, donde explica el modo de ejercer el liderazgo de Perón, típico de las cualidades de un cacique

-Usted cuenta en el libro que la primera persona que le dijo que Perón tenía familia tehuelche fue la cantante Aimé Painé.

Si. Conocí a Aimé Painé en Santa Fe, yo soy de Rafaela, me llamó la atención lo bonita e inteligente que era, ella era abogada, estaba en un hotel importante de la ciudad, nos encontramos de casualidad, ella había ido a dar una conferencia en el teatro municipal de Santa Fe, nos hicimos muy amigos enseguidita, yo tomé la foto de ella que la puse en el libro. Nos pusimos a hablar y yo le dije: ustedes tienen una persona famosa muy importante dentro de los mapuches.”Claro, Perón” me dijo, ella, yo la quise sorprender, pero ella ya sabía. Y me alentó a que contara la historia.

En su libro Barreiro cuenta: “De sus labios escuché la revelación de algo que hasta ese momento yo ignoraba y que me dejó estupefacto: Juan Domingo Perón era de sangre tehuelche. Además agregó, que cuando el general regresó al país por primera vez del exilio en 1972, y los diarios comenzaban a publicar su fotografía actualizada es decir tal como era ahora un anciano octogenario y después de dieciocho años de ausencia sus tías mayores, allá en las reservas al observarla exclamaban: “Mírenlo, mírenlo.. .Está re-che” Che en mapuche es “Persona” y “Re” significa “estar bien marcado”. Con eso las tías querían significar que el General se veía más mapuche que nunca”.

“En efecto, los rasgos antropológicos de esa raza se hacen bien patentes, diríase que se acentúan con la edad avanzada, cuando el hombre mapuche entra en la etapa final de su ciclo biológico. No pude encontrar explicación científica de este hecho, pese a las fuentes de antropología consultadas. Pero lo cierto es que opté por lo práctico y comparé la fotografía de Perón con la de otro conocido personaje de la música folklórica: Don Atahualpa Yupanki, “araucano”- tehuelche nacido por el sur de Pergamino, en la provincia de Buenos Aires. Los rasgos faciales de ambos hombres nos dicen que aunque ellos son distintas personas, responden a un mismo patrón antropobiotipológico”.

“Los moluches y huilliches pasaron a este lado de los Andes, a través de los vuriloches, los únicos que conocían los pasos, que posiblemente San Martin usó también para hacer el cruce. Se mezclaron con los aoniken y los rankulches”.

Por el camino de las lágrimas

Barreiro describe el desarraigo de pueblos aborígenes de su hábitat natural para contextualizar los acontecimientos que marcaron la vida del árbol genealógico de Juan Domingo Perón: “En el siglo XIX como consecuencia de la campaña militar contra los indios que llevó a cabo el Ejército de línea comandado entonces por el General Julio A. Roca, se procedió al desarraigo de las etnias mapuche tehuelche, desde la zona de Valcheta en el bajo Río Negro, y llevados a pie hasta el Tucumán. Aunque aduciendo razones de seguridad, el motivo real fue otro: conseguir mano de obra esclava para la recolección de la caña de azúcar. Cuentan que fue una marcha forzada y trágica muchos hombres, mujeres y niños murieron en el largo camino que fue conocido en la historia india como “el camino de las lágrimas”. Otros más afortunados escaparon y supieron regresar a su amada “nelfun-mapu”, que era la tierra de los campos llanos o simplemente La Pampa“.

Pero los más quedaron allí prisioneros, esclavos del huinca dueño de los cañaverales, ó dispersos por las provincias vecinas donde habitaba el indio diaguita calchaquí. Aún hoy los descendientes de aquellos ignoran su verdadera identidad y aunque hablan la lengua diaguita, se preguntan cómo sus antepasados mapuches/tehuelches pudieron llegar tan al Norte, desde “el país de los vientos helados”. Este debió ser el destino de muchos entre los cuales pudo encontrarse Juan Ireneo Sosa, padre de Juana, que aunque nació en Santiago del Estero era de sangre tehuelche”.

Perón habla de su sangre india

En diciembre de 1967 la revista Siete Días Ilustrados publicó una entrevista realizada por la periodista Adriana Civitta, a Juan Domingo Perón en España, el artículo ocupó la tapa con el título “Cuando pueda vuelvo”, y 4 páginas en el interior con el titular: “Nací para mandar”. El ex presidente le contó a la periodista sus orígenes indígenas: “Yo pertenezco a una familia de la clase media. Del tipo normal de aquellos tiempos. Mi padre tenía una estancia en el pueblo de Lobos. Allí, mi querida, nací yo... En esa época se comenzaba a desarrollar la Patagonia y había muy poca gente aún. Mi padre, que había sido estudiante de medicina —mi abuelo médico lo había hecho estudiar, un poco a la fuerza— se fue al campo cuando mi abuelo murió. A la estancia de Lobos... Luego vendió todo eso y con las ganancias compró un campo en la Patagonia. En 1905 me envió allá...

Y allá estuve. ¡En Río Gallegos! ¡38º bajo cero! De manera que me crié en ese duro ambiente de la Patagonia. Claro, usted me entiende... llegó la edad en que un maestro de allá no me podía enseñar mucho. Entonces fue cuando me vine a Buenos Aires. ¡Ah, qué soledad en Buenos Aires! Viví totalmente solo. Estuve en el Colegio Internacional Politécnico... ¡Qué soledad Era un colegio de internado! ¿Sabe? Primero en la Capital y luego en Olivos. Estuve hasta los quince años, edad en la que entré en el Colegio Militar.

Allí estuve los años que establece el reglamento...Pero como todas las cosas, mi vida ha tenido un principio. Ese principio ha sido mi madre. Ella descendía de españoles: Toledo Sosa. Eran argentinos de cuarta generación. Me contaba mi abuela —aún lo recuerdo vívidamente—, que cuando Lobos era apenas un fortín ellos ya estaban ahí. Cuando la vieja solía relatar que había sido cautiva de los indios, yo le preguntaba: —"Entonces, abuela... ¿yo tengo sangre india?". Me gustaba la idea, ¿sabe? Y creo que en realidad tengo algo de sangre india... Míreme: pómulos salientes, cabello abundante ... En fin, poseo el tipo indio.

Y me siento orgulloso de mi origen indio, porque yo creo que lo mejor del mundo está en los humildes. No creo en los evolucionados. El mundo tiene solamente hombres buenos y hombres malos. Son las únicas categorías que acepto. El hombre más evolucionado puede llegar a ser más perverso que el humilde, porque cuanto más inteligencia tiene el ser humano, cuantos más medios económicos y culturales disfruta... más peligro puede traer a sus semejantes. Ahora bien, usted se preguntará acerca de mi padre. Mi padre no era humilde. Mi abuelo paterno era un médico de la oligarquía argentina, fue famoso. Diputado, senador, presidente del Consejo Nacional de Higiene, Practicante Mayor de Ejército del Paraguay... Fue un hombre de excelente posición económica... Contrastaba con mi madre, cuya única fortuna consistía en su carnicería de Lobos. Mi abuelo fue respetable. Fue un estanciero, y mi padre también... Le repito: para mí lo mejor que tienen los países son los pueblos. Todo lo demás, mi querida, se divide en dos categorías: buenos y malos”.

Reconocimiento

Barreiro enumera una veintena de medidas ordenadas por Perón que “van conformando el cuerpo legal para asegurar el mejoramiento progresivo e irreversible del aborigen argentino”, entre otras las creación de la comisión y el Estatuto del Peón, con el que se intentó poner fin a la explotación de los trabajadores rurales. El autor sostiene que Perón fue “un hombre con Destino”, y señala que su modo de ejercer el liderazgo era el típico de las cualidades de un cacique. Enumera y documenta los logros deportivos de Perón dentro del ejército: instructor de básquet, boxeo, salto en alto, salto al cajón, lanzamiento de bala, calistenia, campeón de esgrima. Y declara: “Perón hereda de su vientre aborigen el instinto de percepción telúrica del indio, el espíritu indómito del desierto, y la sabiduría del Cacique al impartir justicia … pero también el amor a la tierra (Mapu) y el humanismo del que crece bajo las estrellas. La combinación de todos estos atributos, porque Perón era todo eso, nos explica su carisma y su espíritu selecto sin igual. Por eso la gente sencilla lo comprendió y lo amó. Y si bien recibió el desprecio de aquellos barones a quienes les “tocó el bolsillo”, fue seguido por su pueblo desposeído, porque a ellos les había tocado el corazón”.

-¿Juan Domingo Perón fue el indígena más importante de la historia política argentina?

-Yo soy ahijado de Hipólito Yrigoyen, me bautizó en la iglesia San Agustín en la calle Las Heras por amistad con mi padre, él tenía sangre indígena, Juan Manuel de Rosas también, para que seguir tanto: San Martin, nuestro héroe máximo ¿sabes de quien era hijo? San Martin era un niño indígena robado. Nació en Yapeyú en la casa del matrimonio San Martín que eran representantes del rey estuvieron creo 4 o 5 años y se volvieron, tenían una “sirvienta” guaraní, en ese momento llega a la casa de ellos un invitado Carlos María de Alvear y a la noche se “sirvió” de ella, que para eso era la “sirvienta”, ella quedo embarazada, y ese hijo nació, los San Martin se quedaron con el chico, Mi amigo Hugo Chumbita, es abogado de origen indio, tiene cara de indio es de La Pampa y está muy adelantado en eso consiguiendo un ADN. Algún día se va a saber, San Martin era indio y si no hubiera tenido ese corazón que tuvo no hubiera procedido como procedió, no hubiera hablado con Bolívar como habló, lo criticó, yo tengo la carta que le escribió después del encuentro en Guayaquil.

Justo José de Urquiza tuvo 200 hijos, que a ese por lo menos se le contabilizaron los hijos, así que ahí te podría decir nosotros tenemos mucha indiada dentro nuestro y tendríamos que reconocerlo.

-¿Cómo cree usted que el Estado argentino podría reconocer a los pueblos originarios?

Lo que habría que hacer, políticamente , es sacarlo a (Julio) Roca del caballo ese, cambiar el nombre de Roca, defenestrar todo lo que sea Roca, hacerle devolver las propiedades que robaron empezando por el Circulo Militar que era de la familia Paz y que se devuelva el dinero de esas propiedades y se coloque en cuentas bancarias de los indígenas”.

Por Pablo Andrés Bobadilla Echenique
Fecha: 27/11/2017