Namuntu
En este texto compartimos las palabras y reflexiones de Eduardo Pincen Lonko de la comunidad günün a-küna – mapuche Lof Vicente Catrunao Pincén, sumamente necesarias y oportunas para este tiempo que estamos viviendo.
¡Papá yo soy mapuche y quiero aprender a hablarlo bien!, me dijo hace poco una de mis hijas, desde hace tiempo venimos transitando un proceso de recuperación de nuestras prácticas ancestrales, aprendimos a dejar el dolor de lado, quitarnos el odio entendiendo que es una mala energía, que si queremos estar en equilibrio lo debemos soltar.
Los últimos tiempos nos han encontrado con la conclusión de que el diálogo es el camino y desde ese lugar intentamos relacionarnos con quienes no nos respetan. No estamos ajenos a lo que sucede en el mundo, entendemos que estamos dentro del sistema capitalista ( no por opción) pero optamos por rescatar y valorar nuestra identidad, somos Gunünaküna Mapuche, después de mucho tiempo estamos practicando nuevamente nuestra espiritualidad, logramos recuperar el Eluwun ( la ceremonia de entierro), el Nguillatún, el katan kawe (la ceremonia de nombre espirituales de las mujeres), el we ch´ripantu ( ceremonia de ciclo nuevo) y poco a poco recuperaremos otras más (ceremonias) nuestra Lof poco a poco se está recuperando, nuestra descendencia ya no tiene vergüenza de decir quiénes son y eso causa un orgullo tremendo, nuestras y nuestros ancestros podrán estar orgullosos de que su sacrificio no fue en vano, acá estamos y estuvimos siempre.
Nosotros como tantos pueblos originarios y ancestrales de lo que hoy es Argentina crecimos y asistimos a las mismas escuelas que todos los demás, trabajamos al igual que cualquier otro, somos parte de esta sociedad, somos Argentinos pero también Gunünaküna – Mapuche (en nuestro caso), festejamos orgullosos el triunfo de nuestro país en el mundial, respetamos los símbolos patrios y cantamos el Himno.
Nuestra presencia ancestral está en todo el actual territorio argentino, pueblos y parajes con nombre en lengua mapuche (mapudungun) impiden refutar la afirmación. Quienes han arribado a estos territorios conocen lugares con nombres en lengua originaria desde que nacieron, sus descendientes en más de una ocasión al utilizar una prenda gaucha exhiben simbología ancestral nuestra (cruz Pampa por ejemplo) y aun así cuando el odio sembrado desde un poder hegemónico como son los medios de comunicación, o los grandes negadores que sin fundamento se lanzan a desconocer años de investigación de equipos de trabajo arqueológico, antropológico e histórico con el fin de desmerecer o desconocer a nuestros pueblos, con la sola idea de proteger intereses foráneos sobre nuestros espacios ancestrales, quienes conviven con nosotros se suman al movimiento inercial de odio excusándose bajo el lema de la patria no se vende.
Sepan ustedes que nuestros antepasados pelearon junto a los suyos para alcanzar la libertad, que soñaron una América unida, que combatieron al imperialismo y que murieron soñando una patria grande, ustedes están faltando al sueño de sus ancestros, nosotros no somos sus enemigos, somos sus hermanos y al igual que ustedes queremos lo mejor para nuestro país, pero es hora de que de una vez por todas, este país reconozca la diversidad que posee y se auto perciba como un Estado plurinacional.
El dolor que acompañó a la guerra contra los nuestros jamás va a sanar si nos siguen combatiendo, queremos paz, queremos educar a nuestros hijos desde nuestra cultura sin desconocer la de todos, queremos educar desde el amor y no desde el odio como si lo están haciendo quienes hoy ocupan el poder ejecutivo de la Nación.
Si nosotros pudimos crecer respetando sus diferencias, por qué no pueden ustedes respetar las nuestras, somos un solo pueblo pero diverso. Basta de persecución a nuestras prácticas espirituales, basta de intentar echar atrás derechos adquiridos producto de años de lucha por alcanzar el reconocimiento, no nos tilden de violentos porque no lo somos, queremos lo mismo que todo el pueblo argentino, estar en paz.
Glosario:
Namuntu: de pie
Por Eduardo Pincén
Fecha: 28/06/2024
Foto: Purrun de la familia Pincén en Nguillatún de Chorriaca, Neuquén, noviembre 2006
- Fuente
- Escrito por Eduardo Pincén
- Categoría: El don de la palabra