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En un viaje transcultural, el libro “Los curanderos andinos de la Pequeña Bolivia. Liniers, Buenos Aires”, da cuenta del trasfondo mágico-espiritual de la feria boliviana de Liniers, conocida como La pequeña Bolivia, ese entrañable núcleo de comercio, identidad y confraternidad con los pueblos andinos en el seno de la propia Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Poner un pie fuera de la estación de trenes de Liniers, en el límite mismo entre la ciudad de Buenos Aires y, podría decirse, el resto del país, es como dar un salto en el espacio y encontrarse en el corazón de una lejana feria de un país andino o de nuestro propio noroeste.

Y si fuera posible dar también un salto en el tiempo - apenas una década hacia atrás- esa escena nos remontará a los grandes mercados a cielo abierto del Alto de la Paz, Oruro, Ollantaytambo y tantos otros que, desde época prehispánica fueron ejes de la vida económica y social de la población andina.

Actualmente, ese cuadro de tenderetes y vendedores callejeros ofreciendo pimientos y verduras frescas, una asombrosa variedad de papas y especias, condimentos y hierbas aromáticas y medicinales, objetos rituales, ofrendas y amuletos, ropas y comidas al paso, se halla ordenado en galerías y locales que, aun así, desbordan sobre las veredas con bolsas de quinua, trigo, amaranto y golosinas añadiendo color y aroma a la feria. Es la Pequeña Bolivia, un núcleo de unas cuantas manzanas de actividad comercial atípica en un barrio porteño donde se habla en quechua o en aymara y convoca no solo a migrantes oriundos de los Andes sino también a argentinos aficionados a los sabores y costumbres de esas tierras.

Fue, precisamente, en la “vieja” feria donde hace unos años desembarcó el sociólogo Luis Alberto Cárdenas, con su libreta de anotaciones en el bolsillo y unos pocos “papelitos”con intrigantes mensajes recogidos al azar en investigaciones anteriores. Papelitos, precarios “volantes” de propaganda que encontró en gran cantidad en Liniers, repartidos en mano, pegados en las paredes y desparramados por doquier con textos ofreciendo “limpiezas” de casas, talleres, verdulerías, quintas, fábricas, “amarres” de dinero y en el amor, limpieza espiritual,salud, quita de maleficios, florecimiento de la vida, recuperación del ánimo oajayu, arreglos de huesos, preparación de todo tipo de “mesas”, “llamados” del alma…seguidos del correspondiente número telefónico de contacto.

Con larga experiencia en la investigación de temas religiosos –es autor de libros como Creencias, sanaciones y milagros en la sociedad globalizada y compilador de La guía de la diversidad religiosa en Buenos Aires I y II junto a Floreal Forni y Fortunato Mallimaci- no le fue difícil a Cárdenas concertar una primera entrevista e iniciar la cadena de contactos que lo condujeron en una exhaustiva y reveladora exploración.

Fue la puerta de entrada a un mundo más allá de lo propiamente andino y visible para introducirse en las profundidades de la psiquis humana en cualquier parte del mundo en lo que el autor denomina “un mercado de bienes simbólicos de sanación”.

Las posibles lecturas

Por un parte, Los curanderos…puede leerse como un detallado informe sociológico de un fenómeno particular, el curanderismo andino, en un enclave indígena en los márgenes de una metrópolis jactanciosa de su aspecto y modos netamente europeos.

Desde otro punto de vista, puede verse como un relato de experiencias humanas que se inician con determinada ubicación del hombre en el cosmos y el sentido de su existencia en un mundo de entes naturales y sobrenaturales con los cuales se interactúa en forma directa o indirecta en el transcurrir de la vida cotidiana.

En un comienzo, y apoyados en oportunas citas teóricas, en las páginas de Los curanderos cinco especialistas andinos en el arte de sanación, dos mujeres y tres varones, retratan sobriamente el mundo del curandero, desde su formación por herencia familiar hasta la ocurrencia de alguna señal, como el nacimiento de nalgas o la caída de un rayo; de su responsabilidad frente a la comunidad y de su tarea de mediación ante las entidades espirituales. Hablan también del aquí y ahora, de su adaptación a nuevas circunstancias lejos de sus sitios de origen, donde el curanderismo es una institución respetada y organizada, y a las nuevas exigencias de la migración y los tiempos, que los llevan a incorporar, junto a la medicina empírica y operatorias mágico-religiosas, técnicas no indígenas, como la psicología y el counseling.

También es posible sumergirse en Los curanderos… como en una suerte de guía de la práctica mágico-religiosa-biomédica, dado que en sus páginas se describen en detalle los pasos seguidos en las sesiones de sanación: el diagnóstico a través de las hojas de coca, el tarot, la videncia y, fundamentalmente, la empatía entre sanador y paciente, que conducido sutilmente a la identificación de su problema como parte inicial de la terapia. Sigue luego la aplicación de “tratamientos”, generalmente consistentes en dietas, rituales con ofrendas y/o ingesta de brebajes de determinadas hierbas en determinados días de la semana. Y, al cabo de un tiempo, el resultado…
El listado de afecciones en tratamiento es amplio, desde la pérdida del alma por un susto, mal de ojo, mal aire, aikadura, empacho, culebrilla, etc. hasta “amarres” para atraer a la persona amada, alejar a la rechazada o tomar decisiones de pareja así como la preparación de mesas(paquetes de ofrendas) propiciatorias de prosperidad o agradecimiento por un bien recibido. También la ch´alla de algo nuevo, como vehículos o viviendas, o rituales destinados a deshacer “daños” ocasionados por terceras personas a través de intenciones, maniobras de objetos o rituales de especialistas en el hacer el mal.¿El objetivo? Restablecer el equilibrio, la armonía entre lo físico, lo mental y lo espiritual que en el mundo andino se denomina “el buen vivir”.

Es de destacar, por último, que parte del libro se basa en observación directa y la narración de los “otros protagonistas”, los pacientes que aparecen narrando sus vivencias en primera persona.

¿La razón de estos fenómenos de sanación en la Pequeña Bolivia? La clave del éxito de estos curanderos –reflexiona Cárdenas para El Orejiverde- es que tratan los problemas cotidianos de la gente, representando una forma de contención para los consultantes, especialmente los migrantes, que reconocen formas de ritos y creencias culturales compartidas”. Contención que, se podría agregar, con su mensaje de equilibrio y armonía con la naturaleza, es una de las tantas contribuciones del mundo indígena que la sociedad en general necesita para su propia sanación.

Por María Ester Nostro
Fuentes: Cárdenas, L.A, Creencias, Sanaciones y Milagros en la sociedad globalizada. Arcana Ediciones, 2011, Buenos Aires.
Cárdenas, L.A, Los curanderos andinos de la Pequeña Bolivia, Liniers, Buenos Aires. Editorial Biblos, 2020, Bs.As.
Fecha: 21/07/2023

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