Arte indígena y popular del Paraguay
Colección Museo del Barro

El término tekoporá esta compuesto por dos palabras teko significa modo propio del ser y porá, cultura, que asimismo nombra simultáneamente la belleza y el bien .


El tekoporá es el buen vivir colectivo con belleza. Este ideal ético guaraní se extiende a las otras etnias y a los sectores populares de tradición mestizo-guaraní que viven en el Paraguay. Citando este bello concepto ancestral el curador de la muestra, Ticio Escobar, nos introduce a esta cautivante muestra.

Las obras exhibidas provienen en casi su totalidad del Museo del Barro de Paraguay, pero la muestra también cuenta con piezas de arte misionero e indígena del Paraguay pertenecientes a museos argentinos, tales como el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, Museo de Ciencias Naturales de La Plata y Museo Etnográfico Juan Ambrosetti de Buenos Aires.

La exposición Tekoporá coincide con la conmemoración del sesquicentenario de la Guerra Guazú o de la Triple Alianza en la que se enfrentaron Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay. Si bien la muestra no se ocupa temáticamente del cruento conflicto, proyecta convocar en torno al mismo reflexiones desde las formas de arte que han sobrevivido obstinadamente a la catástrofe y detectar en esa persistencia la posibilidad de utopías alcanzables.

Por tratarse de una exhibición que se presenta en un museo de bellas artes Tekopora afronta un doble desafío, el de instalar un reconocimiento hacia la diversidad cultural y sus manifestaciones culturales y el de proponer una mirada abierta a imágenes de creadores marginados. Esta circunstancia exige a los objetos exhibidos desplegar todos los argumentos de la bella forma y, sin lugar a dudas, sorprende al visitante al desplegar ante sus ojos una variedad y riqueza inesperada de soportes, colores, texturas, fotografías, ritos y costumbres.

Función y belleza del objeto


A medida que recorremos los amplios espacios de la exhibición se despliegan ante nuestra vista coronas de plumas que ciñen la frente de un chamán, la tiara de piel de jaguar que potencia la autoridad del cacique, las máscaras que tergiversan la identidad para la danza ritual, o la festividad del santo patrono, el diseño ajustado de ciertos utensilios domésticos… En todos los casos las formas que se presentan apelan a una exquisita sensibilidad estética que refuerza la utilidad y función de estos objetos. Pero nos cabe señalar que si bien cumplen un espectro amplio de funciones económicas, sociales, políticas y éticas dentro de las comunidades, dichos objetos trascienden mucho más allá de los terrenos del arte. Así las culturas populares no aíslan el momento estético sino que lo integran en todos los aspectos de su vida. Desplegando con desenfado una belleza que si bien autónoma, refuerza la función social y la eficacia propia del objeto.

El desafío de la mirada


La muestra Tekopora es fiel testimonio de la manera como coexisten de forma muchas veces conflictiva los mundos tradicionales y las nuevos estilos de vida propuestos o impuestas por la sociedad nacional. Y sorprende que a pesar de la expansión avasallante de los modelos culturales hegemónicos sobre las comunidades indígenas, éstas siguen empleando con obstinación el ajuar plumario, la pintura corporal o la máscara de madera que refrenda el espacio ritual. Y aunque repita de manera casi idéntica la patrones prehispánicos será contemporáneo mientras continúe socialmente vigente, mientras mantenga alerta el esplendor de sus formas y siga desafiando la mirada.

Esta exhibición se puede visitar en:
Museo Nacional de Bellas Artes - Avda. del Libertador 1473 - Ciudad de Buenos Aires - Entrada gratuita

Fuente: Teresa Pereda
Fecha: 3/08/2015