En el día de hoy a las 19 hs se llevará a cabo la presentación del “Libro Aimé Painé. La voz del pueblo mapuche”, de la autora Cristina Rafanelli, con prólogo de Carlos Martínez Sarasola. El evento se realizará de manera online a través de la página de Facebook de Espacio Hudson Ediciones.
La presentación contará con la participación de la autora junto a otras personalidades como: Beatriz Pichi Malen, Héctor Painé, Anahí Rayén Mariluan y Cristina Aliaga.
El libro contiene la historia de Aimé, sus decires y pensares y la opinión de personas que la conocieron como León Gieco, Luis Landriscina, Suma Paz, Beatriz Pichi Malén, Luisa Calcumil entre otros. Aimé Painé, la cantante mapuche que decidió dedicar su vida a la difusión de su cultura y a trabajar por la dignidad de su pueblo.
Aimé Painé fue una hermosa y carismática mujer que volvió a sus raíces y se convirtió en una incansable defensora de la cultura indígena. Tenía sangre mapuche por su padre Don Segundo Painé y tehuelche por su abuela materna Ceferina Maicá.
Nació un 23 de agosto de 1943 en Ingeniero Huergo, provincia de Río Negro. Pero el desamor y el abandono de la madre marcaron su destino. A los tres años de edad fue separada de los suyos y se crió como huérfana en un colegio de monjas de Mar del Plata, muy lejos de su cultura.
Sin embargo, su bellísima voz de soprano la mantuvo unida a la música que fue su gran aliada. Así fue que primero integró el coro del colegio y muchos años después, formaría parte del Coro Polifónico Nacional durante cinco años hasta que durante un Encuentro Coral Latinoamericano tuvo una gran revelación cuando vio que otros países presentaban al menos una obra de música indígena y pensó: “Si no elijo luchar por lo mío, tendré parte de culpa en la muerte de mi pueblo”. (“Cantar la vida” Leopoldo Brizuela)
Entonces abandonó el coro para dedicarse al canto mapuche. Empezó a viajar al sur todos los veranos y a visitar a las abuelas-depositarias de la sabiduría ancestral- y en cada lugar que daba un recital, aprovechaba para dar charlas a los niños en las escuelas y los hacía sentir orgullosos de ser mapuches.
Fue la primera en vestirse a la usanza antigua en plena dictadura militar cuando los pueblos originarios eran invisibles a los ojos de la gente. Muchos de ellos habían dejado de hablar la lengua y no se identificaban como mapuches y hasta lo ocultaban por miedo o vergüenza para poder sobrevivir en el mundo del blanco. Las abuelas ya no querían transmitir la cultura a sus hijos y nietos y hasta se hablaba de “culturas en extinción”.
Dentro de ese contexto histórico-social apareció Aimé para luchar incansablemente contra los prejuicios, el racismo y la marginación, no desde el odio y la violencia que crean mayor resentimiento sino desde el plano cultural. Ella decía: “El blanco no nos respeta porque no nos conoce”. (“El canto de una raza”, C. Rafanelli) Por eso mostraba la riqueza espiritual de los cantos sagrados y la cosmovisión de su pueblo.
Por El Orejiverde
Fecha: 16/9/2020