Manchay, la pérdida del espíritu

El susto –también conocido como espanto, pasmo, pérdida de la sombra– es conocido en Jujuy, Argentina, como Manchay y Mancharisqa en Perú, en lengua Runa simi o qheshwa, quechua.
Cuando se habla de las manifestaciones de la locura se hace referencia a la pérdida de la razón, del control de sí y la asunción de comportamientos anormales, vale decir sin sentido para los miembros del grupo, pero hay diferencias con la concepción de los pueblos originarios.
Las enfermedades según el hombre andino
Las enfermedades de origen “sobrenatural” o también conocidas como “enfermedades culturales”, en realidad son para los pueblos andinos aquellas que de acuerdo con su cosmovisión son provocadas por los espíritus de la Pachamama: cerros, lagunas, algunos árboles, los hormigueros, lugares “phiñas” (de espíritus malignos) donde cayeron los rayos, etcétera. Cuando no se respeta a estos lugares, sobrevienen las enfermedades, interpretadas como castigos de los espíritus de aquellos elementos.
Estas enfermedades se curan principalmente con ceremonias y rituales. Simbólicamente son una petición de disculpas por el agravio cometido en contra de estos elementos o espacios “sagrados”. Como terapia coadyuvante en algunos casos se combinan con tratamientos donde se utilizan materias vegetales, animales y minerales.
Relación con los planos del Universo
Según la cultura quechua, son cuatro los planos a tener en cuenta, con sus respectivas deidades: el Hana Pacha (mundo de Arriba) y Kay Pacha (mundo de los hombres y de plantas, animales) son benéficas y protectoras de la vida y el Hawa pacha (es todo lo que lo rodea). El Kay Pacha es la superficie de la tierra y el mar, región poblada por el hombre, animales, plantas y por seres vivientes e inanimados, visibles e invisibles, y que están en permanente proceso de transformación. Es un espacio-tiempo sagrado, habitado por cerros, lagunas, ríos y fuerzas naturales como las Achachilas (señoras montañas), los Apukuna (espíritus tutelares de las montañas) y la Pachamama, que conviven y dialogan con todos los seres vivientes del planeta. Es el medio natural que los científicos denominan biosfera, por ser el ámbito donde se desarrolla la vida. El ser andinos consideran el Kay Pacha como una suerte de lugar privilegiado donde la energía o qamaqen, proveniente del cosmos, logra animar a los seres inertes y forma la infinita variedad de seres vivos que lo pueblan. También es el espacio donde se manifiestan otras formas de la energía como los fenómenos atmosféricos, las estaciones, el ir y venir de fuerzas naturales que, a través del discurrir perpetuo del tiempo, dan lugar a la continuidad del orden cósmico.
Ukhu Pacha, el mundo de abajo habitado por los espíritus de los muertos que penan en lugares estratégicos como ríos, lagos, pozos, cavernas, cuevas y otras aberturas de la superficie terrestre consideradas líneas de comunicación entre el kay pacha y el ukhu pacha.
También habitados por los espíritus que toman varios nombres Supay, Saxra, Achanchu, Antawalla. El Ukhu Pacha es aquel mundo que ocupa el interior de adentro; universo proteico donde se concentran las energías del caos para generar eternamente el espectáculo de la vida y de la muerte. Es el gran vientre de la naturaleza, la fuente nutricia, pero también el lugar donde concluyen los seres vivos luego de su breve paso sobre la tierra, donde desmaterializan cuerpos y nacen otros seres vivos. Es, pues, el principio y el fin, muerte y renacimiento. Lo habitan igualmente seres de la noche que, en el imaginario indio, son la materialización de las energías perversas y los administradores del caos, como los mallkikuna, los soqqakuna, supay, saxra, achanchus, antawalla y los machulakuna sus lugares estratégicos son ríos, lagos y pozos, cavernas, etcétera.
Síntomas de pérdida del espíritu
Primero se presenta un desequilibrio emocional de la persona, que, sin explicación alguna, siente temor, angustia, pánico, pena. Es como si se desconectara del mundo, percibiendo que “tiene algo adentro” que le molesta. En la noche tiene pesadillas, no puede dormir bien, en el caso de los niños dan saltitos, tienen espasmos súbitos, o simplemente se despiertan llorando.
Otras veces la persona puede tener náuseas, mareos, y esas son las causas que nos dan a entender que es susto. En los niños se manifiesta cuando lloran sin razón, miran cualquier cosa y lloran, es un desequilibrio emocional muy fuerte y no pueden conducirse por sí mismos.
El curandero, médico tradicional
Un médico tradicional es aquella persona dotada de capacidades para comunicarse con las entidades que están más allá del alcance de nuestros sentidos, con los tres planos del Mundo. Él es puente entre este mundo y los otros mundos, es decir entre lo natural y lo sobrenatural.
Los médicos tradicionales se reconocen con diversos apelativos según las regiones y culturas: yatiri, jampiri, kallawaya, kukamamay, qawiei, aysiri, layqakuna, qaqoeis, ipayes, paye(guaraníes), etcétera. Los médicos andinos realizan sus curas siempre en un contexto ceremonial; antes que nada piden permiso a las deidades tutelares del lugar (achachila, machula, apuskuna, apachetas, etcétera) y luego inician la curación consultando a kukamamay, las hojas de coca (que se considera sagrada, la Mama Coca). Si la enfermedad no se cura, entonces se dice que el agravio fue muy fuerte y por lo tanto el castigo es mayor y ello se demuestra en la intensidad de su afección.
Un q`ero panpa misayoc
Entrevistamos a un médico q`ero para conocer cómo se cura esta enfermedad en la zona de Cusco. Don Lorenzo Quispe quien nos contó acerca de su forma de curar:
Por mi parte tengo otro modo de curar, el de los q`erokuna, nosotros usamos una piedra que se llama ji wayrorumi, son piedras sagradas que sirven para armonizar tu energía. Cuando uno está mal ve colores que lo rodean, en mi experiencia propia vi el color azul (el azul es el color calmo más tranquilo, más armónico). Cuando uno tiene ese desequilibrio, nosotros recurrimos a las piedras. Primero se hace una invocación a la Madre Tierra, al Sol, a la Luna, para que el grupo de piedras que tiene el médico tradicional se convierta en objeto sanador y también pido permiso para entrar en tu universo, de esa manera se limpia con la piedra pasando por el cuerpo.
Si ese susto perdura o no se va, se hacen dos o tres sesiones, a veces depende de la calidad de amor que tenga el sanador y también hay otra manera que es extraerlo con las manos. El secreto está en el amor, el munay, uno debe concentrarse para lograr una profunda conexión amorosa para que uno pueda entrar en lo profundo de la persona, en el ukhu de la persona y poder sacarle las energías negativas, con la mano pasándole por el cuerpo. (2016)
Por otra parte, dicen las abuelas y nuestros familiares que “el alma, tiene miedo al ruido, por eso siempre hay que ir a llamarla al monte o al medio del campo, siempre hay que curar a la persona por tres veces y se dice: «Venite no te asustes aquí está tu espíritu»”.
Otra forma es hacer un “muñeco” con la ropa del niño, sahumar y llamar a su espíritu en el monte a las 12 horas o a las 00 horas de la noche, luego el niño debe dormir con el muñeco en su pecho. Otra manera es recoger la basurita que el viento junta en los rincones, se quema y se sahuma al niño, llamando a su espíritu” esto me lo enseño mi madre doña Gerónima Carrazana por el 2011.
En la cultura andina hay una gran variedad de formas de llamar el espíritu, ajayu (espíritu) nuna (alma), como lo vimos en esta nota.
Para el hombre andino el espíritu no muere, sigue viviendo en el Hanan Pacha, y acompañará a cada familiar durante toda su vida. No debemos olvidar estas tradiciones porque de estos ritos, depende volver al equilibrio a un niño o a un hombre, pero también implica volver al equilibrio a la Madre Tierra, nuestra Pachamama, porque cuando uno vuelve a su eje, la Madre Tierra también se equilibra, y todo está en armonía, porque estamos en constante ayni con la naturaleza, en una relación de reciprocidad muy grande. Es por eso que la sanación va a depender del Amor que cada sanador ponga en su paciente para sanarlo y volverlo nuevamente a la armonía.
A modo de cierre, podemos decir que el susto es una afección tradicionalmente reconocida en muchas culturas de Latinoamérica/Abya Yala.
En varias regiones el susto se da cuando una persona experimenta un impacto emocional fuerte, como miedo o sobresalto, lo que provoca una pérdida de energía vital o el "alma". Los síntomas pueden incluir ansiedad, fatiga, insomnio, y desconexión. En diferentes países el susto puede llamarse de distintas maneras: Espanto (México, Guatemala, El Salvador) pérdida del alma o pérdida del espíritu (Andes) mal de espanto (algunas regiones de Centroamérica) y Pasmo (algunas regiones rurales) El tratamiento tradicionalmente incluye rituales de limpieza, sahumerios o ceremonias de curación para "recuperar" el alma o equilibrar la energía perdida como se explicó arriba.
Fuente: Amalia Vargas
Del Libro Voces Ancestrales Editorial Biblo 2025
www.sabiduriasancestralesama.com.ar
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Fecha: 21/07/2025
- Fuente
- Escrito por Amalia Vargas
- Categoría: Buen vivir