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Fernando Urbina Rangel torna visible el conocimiento ancestral cultivado en los “mambeaderos”, lugares de la memoria y oralidad donde viven las tradiciones de los pueblos originarios

En la sombra
el Abuelo nos dijo la Palabra,
la que otra noche oyó del más anciano
cuyos años lo hacían casi origen.

Y el otro
el que empuñó cinceles que cantaban
talló su sueño entre la piedra antigua
para durar
más allá de todos los silencios.

(Fernando Urbina Rangel)

Es interesante abordar este sistema de pensamiento, verdaderamente significativo, que por años ha sido cultivado por el filósofo, investigador, poeta, docente y fotógrafo Fernando Urbina Rangel, con quien tuve la dicha de compartir un congreso sobre interculturalidad y Biblioteca Pública en Bogotá (2010). En dicha ocasión el investigador de la Universidad Nacional de Colombia, reflexionó sobre memoria y oralidad en relación a las diferentes culturas originarias de América Latina.

Urbina recomendó la lectura de un libro de Gabriel García Márquez (La peste del olvido), el autor nos recordó que antiguamente, para los griegos arcaicos, la verdad era lo opuesto al olvido, verdad significaba “no olvidar”. Etimológicamente verdad deriva del término griego aleteia “sin olvido”. Con el tiempo, por no poder cotejar la fuente original de los antiguos relatos, muchas verdades pasaron a considerarse mitos, es decir mentiras. Es hoy que por mitómano se entiende aquel que es aficionado a decir mentiras.

Es posible advertir dos cuestiones en los textos del autor, una es el valor de la palabra, donde se encuentran consustanciados todos los elementos de la naturaleza, los animales y las plantas, el otro es la perpetuación del conocimiento oral en la piedra tallada por antiguos copistas, los mitos, numerosos, con sus fragmentos e interrelaciones, trayendo a cuestas las historias de los abuelos, los Dueños de la Palabra. Todo esto aparece en buena parte de sus escritos, porque se distingue que el autor recibió la palabra en la maloca, en el mambeadero, escuchando a los ancianos, donde no era posible separar la palabra de la voz que cuenta, como dijo Luis Guillermo Vasco Uribe en el prólogo de un libro de Urbina: “Es el canasto; es la olla de barro; es la bodoquera; es el maguare; es la maloca. Es la obra múltiple y creadora del hombre, resultado y modo de su relación con la selva, el río y sus recursos”.

Lo fundamental varía de acuerdo a cada cultura. A su entender resulta esencial abrirnos a las verdades de los otros proponiendo las nuestras sin apagar las otras. Nos habla de una apertura a las verdades de los otros, una coexistencia de las ideas.

Urbina Rangel reflexionó sobre muchas cosas en aquel evento, propuso la hora del mito, consistiendo en encuentros nocturnos de docentes con abuelos indígenas en medio de la selva amazónica, con la idea de multiplicar los “mambeaderos” donde se puedan contar historias, y resaltó un dato singular: la valoración de la gestualidad como acompañamiento de la oralidad, ya que antiguamente la gestualidad fue considerado el lenguaje primordial que antecedió a la palabra.

La presentación no ha perdido relevancia, de las notas que registré destaco las referencias que compartió con respecto al entorno amazónico, su biodiversidad biológica y cultural, la mitología que se ha podido recuperar de la selva (se dice por ejemplo que las mariposas antiguamente se posaban en la cabeza del caimán para contarle historias, y que los hombres, para diferenciarse de los monos, se arrancaron los ombligos para dejar de ser micos, entonces descubrieron que les faltaba el nombre y la lengua, y una vez que lo tuvieron, descubrieron que no tenían historias para contar, y allí radica el sentido de la existencia del hombre, que tenga historias para contarles a los demás, porque toda historia encierra detrás un conocimiento, un aprendizaje.

En otros pasajes del encuentro el autor mencionó, con sabiduría, las propiedades medicinales de la yuca y de la coca, los juncos enteogénicos utilizados por chamanes, las herramientas con que contaban los cazadores y pescadores para sobrevivir en la selva, la flora y fauna con su mitología, sus leyendas y sus cuentos, el arte rupestre (citando grafismos antiguos con referencias a imágenes de hombres sentados -muy recurrente en la iconografía universal- posición o postura que adoptan los hombres para hablar y aprender), al respecto hay muchos trabajos con referencias a mitos, ritos y petroglifos, Don José, un abuelo “mambeador” dio cuenta de 104 variaciones de este tipo de representaciones.

Estos datos fueron obtenidos en su momento por informantes locales, en su mayoría huitotos y muimanes, relacionados directamente con las comunidades, en muchas experiencias, al caer la noche, el “maloquero” comparte desde el mambeadero (centro de la maloca) su sabiduría ancestral, en ocasiones acompañado de coca y tabaco, plantas sagradas que tienen el poder de otorgar la palabra en contextos de profunda armonía con el entorno de la madre naturaleza.

De este verdadero buscador de mitos quedan muchas enseñanzas potencialmente replicables desde múltiples disciplinas, llegó a decir que "El mito simplemente se camufla y permanece allí, dándole sentido a la aventura humana. Se trata de la infancia de la humanidad. Ellos tienen un trasfondo de miles y miles de años de experiencia humana decantada. Hoy, tantos milenios después de su eclosión, todavía permean la vida del hombre, sólo que ahora los mitos se disfrazan. Eso no lo sabía antes, lo he entendido después de mucha lectura, meditación y de atender lo que dicen los grandes especialistas".

El problema cultural del origen de las cosas

"El espíritu amerindio aún perdura, en la palabra, en el gesto y en el obraje de los Sabedores indios, y en las realizaciones de aquellos que por haber grabado sus obras en la piedra perdura más allá del silencio”.

Detrás del problema hay una disyuntiva probablemente filosófica, advertida a lo largo de los años por quienes han decidido investigar sobre el origen de los mitos y la palabra –y que en el autor que ocupa esta nota se percibe claramente, ya que compartió directamente la ceremonia de la palabra en los propios mambeaderos, escuchando la narración sentado, cultivando la atención y el entendimiento– es el dilema de la voz que no restituye los relatos perpetuados en la escritura, donde la palabra tallada en el papel cobra millones de voces, tantas como lectores puede haber, un acto que torna invisible a los dueños de la palabra, los que la crearon, los que la narraron alrededor de un fuego, los que la compartieron dentro de una maloca. Es imposible restituir la voz a los relatos escritos, pero el autor sabe que es posible propiciar, aún en estos tiempos, el rito de la palabra, y para eso se necesitan mambeaderos.

A modo de epílogo, considero necesario recordarnos estas palabras del destacado profesor colombiano, le otorga absoluto sentido al trabajo de investigación concebido “hacia atrás” y “hacia adentro” que suele caracterizar el aporte de quienes con su tarea hurgan las raíces de los patrimonios históricos, un modo genuino de asignar valor mediante el conocimiento:

"Toda realidad cultural se diversifica hacia atrás en un montón de raicillas cuya conjunción produce el origen de algo. Todo problema cultural es como un árbol con muchas raíces que se van diversificando hasta volverse hilos imperceptibles que son, precisamente, los orígenes de las cosas. Por eso este tipo de problemas (el del origen) nunca se acaba, lo apasionante es tratarlos, porque hay una vocación irremediable del espíritu humano por entender los inicios del universo y el destino. Esas son las dos preguntas fundamentales de la existencia:de dónde es lo que es y para dónde va".

Por Daniel Canosa
Fecha: 24/1/2017

Lecturas recomendadas:
*La cultura de tabaco y coca: Análisis crítico sobre su reconstrucción socio-cultural, después de la explotación Cauchera / Norberto Farekatde Maribba, Bogotá D.C. Mayo de 2004.
Disponible en: http://repositorio.flacsoandes.edu.ec/handle/10469/114#.WIU_NPl97Vs

*El hombre sentado: mitos, ritos y petroglifos en el río Caquetá / Fernando Urbina Rangel. Disponible en:
http://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/bmo/article/view/6989
*Amazonia. Naturaleza y Cultura / Fernando Urbina Rangel. Banco de Occidente: Bogotá, 1986.

Nota Relacionada:
Casas de las Palabras

Imágenes:
La imagen de Fernando Urbina pertenece al sitio http://poesiasinfronterascol.blogspot.com.ar/, mientras que la imagen del mambeadero puede consultarse en https://www.flickr.com/photos/130752526@N04/16031811814

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