Los libros que caminan en los pueblos de Cajamarca

La Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca en Perú cumplió 45 años de servicio llevando libros a los poblados. El relato que se comparte es un ejemplo del enorme valor que dicha tarea representa para los comuneros
El que sigue es probablemente un ejemplo representativo de acciones endógenas en contextos interculturales, tiene como protagonista a Lola Paredes, quien forma parte de la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca, vale detenernos momentáneamente en el relato:
Hace algún tiempo presté a un niño el fascículo “Los siete consejos y otros cuentos” de mi colección personal Biblioteca Campesina. Cuando le pedí devolvérmelo me suplicó que por favor se lo regalara pues ese libro era su preferido entre todos los que había leído. Y se lo regalé, confiada en que para mí sería fácil conseguir otro por mi presencia en Bibliotecas Rurales… pero eso no sucedió porque los fascículos de esta serie son los más requeridos en las comunidades y, de todos los lugares a donde entran, no vuelven a salir.
Es admirable, cuantos bibliotecarios no anhelarían lo mismo, que los libros que ellos registran sean realmente compartidos por los lectores: utilidad social de los documentos, representatividad, carácter dinámico y comunitario de la biblioteca. Siempre me ha parecido que es preferible una biblioteca con sus libros rotos y marcados pero leídos que una biblioteca inmaculada y perfecta donde todo está ordenado pero sin usuarios que la frecuenten.
Si los libros se agotan dan un parámetro de que los pueblos se instruyen con sus lecturas, pero si esos libros ofrecen textos locales de la propia cultura, lo que generan es representatividad; saber por sí mismos que lo que encierran esas portadas son conocimientos que ellos frecuentan, sabiduría campesina que fortalece la identidad.
El relato de Lola Paredes culmina felizmente, ya que han logrado editar de nuevo la serie “Y otros cuentos” de la Colección Biblioteca Campesina, de este modo cuentos como los del tío zorro y el conejo, el indio pishgo, los siete consejos, el shingo enamorao y muchos más, pronto estarán al alcance de todas las edades y comunidades.
Tal como lo expresan en el sitio Web, la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca, que cumplió 45 años el pasado 31 de marzo, llevan libros a las comunidades sin locales, sin vehículos, apuntalando el voluntariado, canjeando los libros como se canjean las semillas del temple con las de la altura, la red pudo afianzar sus nudos y cernir sus posibilidades.
Este complejo movimiento social se halla concentrado en el campo. Allí colaboran los comuneros en beneficio de la lectura, ha logrado forjar una organización que asiste a los paisanos llevando libros en mochilas, llegando a lugares apenas accesibles, ya que como bien dicen “el punto de partida y de llegada es la propia comunidad”.
Fuentes:
Lola Paredes. Bibliotecas Rurales de Cajamarca
http://bibliotecasruralescajamarca.blogspot.com/
Daniel Canosa, El Orejiverde
Fecha: 16/4/2016
Notas relacionadas:
Reescribir la historia, 14 de marzo 2016
Una casa, una escuela, 23 de febrero 2016
Nunca pensé que los libros podían hablar como nosotros , 15 de septiembre 2015
- Fuente
- Escrito por Daniel Canosa, El Orejiverde
- Categoría: El don de la palabra