La cosmovisión ancestral y los mitos de origen echan luz sobre el 12 de octubre y los renovados desafíos de los pueblos indígenas

Dentro del mito de la Creación del mundo mapuche hay un capitulo que refiere a las dos Serpientes Primordiales que vivían entre los hombres. Kai Kai, la Serpiente del Agua cuya misión era castigar al hombre que se alejaba de los valores propios de su cultura y Treng Treng, la Serpiente de la Montaña que protegía a los hombres de fe.

Hubo un tiempo en que el hombre perdió el equilibrio y la armonía. No respetaba a los mayores, ni a su pareja, trataba mal a sus hijos y a la naturaleza. Fue entonces que en el mar despertó Kai Kai Filú dispuesta a castigarlo por todas sus faltas. Poco a poco comenzó a inundar la Tierra y los hombres al ver esto huyeron hacia la montaña perseguidos por las aguas que eran agitadas por la Serpiente.

Al llegar al pie de la montaña, algunos hombres se detuvieron a encender fuegos y con el humo que salia de ellos enviaron un mensaje a Futa Chao (Gran Padre) para que los protegiera, ante lo cual este llamó entonces a Treng Treng Filú.

Comenzó de esta manera una lucha titánica entre las dos Serpientes, una por destruir al hombre y la otra para salvarlo. En medio de ese caos sucedieron metamorfosis increíbles: aquellos hombres que eran muy lentos fueron alcanzados por el agua y se convirtieron en peces; los que estaban llenos de miedo se convirtieron en piedra y otros que estaban furiosos por la situación, se convirtieron en animales, como el pangui (puma) y el nahuel (jaguar).

Luego de estos sucesos las aguas se calmaron y comenzaron a descender, en tanto que la Serpiente de la Montaña se quedó tranquila. En este nuevo mundo de pastos renovados y aire limpio, los únicos que quedaron para habitarlo fueron los verdaderos mapuches, aquellos que no eran perezosos, ni miedosos ni nerviosos.

Analizando este relato junto con Miguel Leuman, uno de los hermanos mapuches de conocimiento con los que he trabajado, concluimos que la llegada de los españoles a nuestras tierras el 12 de octubre de 1492 dio inicio a un Ciclo similar al que describe el relato de Treng Treng y Kai Kai. El mundo de los “blancos” nos inundó de tal manera que muchos de los nuestros quedaron atrapados en él y dejaron de reconocerse como indígenas. Otros, con miedo a aceptar su realidad se quedaron en silencio como las piedras, en tanto que aquellos que se enteraron de la verdadera historia enfurecieron como el nahuel y el pangui.

Un dato a tener en cuenta es que a diferencia del relato hay una realidad que debemos asumir: el “blanco” hoy vive entre nosotros y es parte de nuestra vida. Sabiendo que el 56 % de la población de la Argentina es descendiente de indígenas ¿ por qué tan pocos se reconocen ? Muchos lo saben, y sin embargo por miedo a que los discriminen o por autodiscriminación no lo dicen; y están aquellos que conscientes de la historia se indignan y adoptan una actitud combativa frente a las injusticias del pasado.

Frente a esta realidad irreversible, hoy nuestro desafio es aprender de estos hechos y respetando nuestra cultura ancestral lograr equilibrio y armonia en un mundo que los ha perdido, siendo fieles a nuestra esencia que nos pide que tengamos un buen corazón para tener un buen pensamiento.

Por Luis Eduardo Pincén
Fecha: 14/10/2015